Visitar Sevilla siempre es un placer para los sentidos. Para los sentidos y para el alma, porque la capital andaluza tiene una alegría que se contagia al visitante. Tal vez sea el carácter de su gente, el estilo de vida o lo preciosa que es la ciudad pero lo cierto es que para la mayor parte de la gente siempre es agradable volver aquí.
Si se viaja allí lo mejor es alojarse en un hotel junto al centro de Sevilla para poder ir cómodamente a los principales lugares de interés. Hay muchísimas cosas que ver o hacer en esta ciudad por lo que es probable que en un viaje muy corto no dé tiempo para ver todo lo que Sevilla puede ofrecer.
En cualquier caso, hay algunas cosas que son de obligada visita si se está hospedado en algún alojamiento en Sevilla. En este post te hacemos algunas recomendaciones:
- Subir a la Giralda.- Uno de los grandes iconos de Sevilla es la Giralda, así que no se puede desaprovechar la oportunidad de subir a ella y contemplar las vistas de la ciudad desde arriba de ella.
- Entrar al Real Alcázar.- Ya desde fuera parece una construcción imponente y por dentro todavía más, por lo que es recomendable pasar algún tiempo visitando el palacio real habitable más antiguo de Europa.
- Ver un espectáculo de flamenco.- Por toda la ciudad, especialmente en el centro, se organizan espectáculos de flamenco por la noche. En muchos hoteles de Sevilla se pueden adquirir entradas.
- Pasear por el barrio de Triana y el de Santa Cruz.- Sevilla tiene varios barrios con personalidad propia, como el de Triana y el de Santa Cruz, en los que vale la pena perderse un rato por sus calles para descubrir auténticos rincones con encanto.
- Sentarse a orillas del Guadalquivir.- En los bonitos días soleados es toda una gozada sentarse un rato a orillas del río para descansar y disfrutar del paisaje. Es un plan al que se apuntan muchos sevillanos que en los días libres acuden allí para disfrutar del aire libre.
- Visitar el parque de María Luisa.- Es el pulmón verde de Sevilla y en él puede verse una gran variedad de especies de flora, además de que pasear por él es de lo más relajante.
- Pasear por la calle Sierpes.- Es una de las calles más emblemáticas de la ciudad y en la que se puede tanto ir de compras como de tapas.
- Ir de tapas.- Nadie debería irse de Sevilla sin antes haber ido al menos en una ocasión de tapas y es que aquí es toda una tradición gastronómica y cultural. El “pescaito” frito, el pescado en adobo, el gazpacho… Hay para todos los gustos.
