El turismo de salud o turismo médico es uno de los nuevos productos para viajeros en los que el sector ha puesto el ojo. Y las inversiones. Muchas cadenas de hoteles, sobre todo los que cuentan con hoteles ubicados en el centro de Madrid y alojamientos en Barcelona para largas estancias cerca de los grandes hospitales o en zonas próximas a ciudades balneario han querido sacar el máximo partido de esta motivación que, tras las últimas directivas europeas en materia de salud, ha abierto una nueva vía de negocio para los hoteleros.
Los hoteles en el centro de Madrid llevan años recibiendo turistas que viajan a la capital para aprovechar unos días de relax y realizar tratamientos de salud y belleza en algunas de las clínicas más prestigiosas del país. Operaciones de estética, revisiones médicas o segundas opiones, participación en congresos de pacientes… Los motivos para el turismo de salud son muchos y cada vez más variados.
No obstante, es muy importante no confundir con el turismo activo o saludable, que lleva años siendo uno de los principales polos de atracción de viajeros a nuestro país. El turismo saludable se basa en todas esas ofertas de actividades deportivas, de gastronomía y escapadas de spa que pueden atraer a todo tipo de viajero. El turismo médico, por contra, esconde una motivación sanitaria clara y el viajero, en este caso, planifica el viaje en torno a una cita médica o un tratamiento de salud concreto.
Palma, un destino sanitario privilegiado
Con algunas de las clínicas de estética y fertilidad más reconocidas del país, Palma lleva años a la cabeza como destino sanitario de primer orden. Muchos hoteles en el centro de Palma han trabajado bien este segmento, ofreciendo paquetes especiales de alojamiento cerca de clínicas como la Rotger, Juaneda, el IBI o la Palma Planas.
Esto les ha permitido romper un poco la estacionalidad turística propia de la capital de Baleares, que suele concentrar su mayor número de visitantes en los meses de verano, ya que la mayor parte del flujo de viajeros relacionados con el turismo de salud aprovecha los meses de invierno o primavera para concertar sus tratamientos, marcados también por la propia agenda de las clínicas y los especialistas, cuyo ritmo de trabajo suele disminuir en verano.
Barcelona y Madrid
Aunque el caso de Palma es especial porque coincide ser un destino principal de vacaciones con un punto clave en el mapa del turismo médico europeo, las grandes protagonistas en este segmento siguen siendo capitales como Madrid y Barcelona. En ellas se ubican los hospitales públicos de más renombre en España, algunos de los centros de investigación más punteros y clínicas de todo tipo y tamaño que son capaces de atender casi cualquier problema de salud.
Los viajeros del turismo sanitario siempre suelen decantarse por hoteles en el centro de Madrid y Barcelona, lo más cercanos posible al hospital o clínica en la que van a recibir su tratamiento pero también próximos a museos, zonas de ocio y medios de transporte públicos: tanto pacientes como acompañantes reconocen que, aunque el motivo principal del viaje es recibir algún tipo de atención médica, también existe un motivo secundario que es el de aprovechar el destino y así sobrellevar la parte sanitaria con momentos de descanso y ocio.
Sin cifras claras
Hablar de turismo de salud hasta hace poco era casi un tabú ya que se consideraba un abuso por parte de los extranjeros que acudían a España a aprovechar las ventajas de la sanidad pública aquí para acceder a tratamientos que en su país le serían vetados o mucho más caros. Sin embargo, con el cambio de políticas europeas, el Gobierno lo ha planteado como una ventaja competitiva y un nuevo nicho para el sector turístico, principal motor económico del país.
Por el momento, según varios estudios e informes elaborados para la Administración, no existen cifras concretas que permitan dibujar lo que representa y lo que puede llegar a representar este producto turístico vinculado a la salud para las arcas del país y para el futuro de la hotelería en España (y de su oferta complementaria).