¿Cuál es el mejor mes para viajar a Barcelona? Mayo, junio, septiembre… Incluso abril o principios de julio y noviembre.
La primavera y el otoño son las épocas que permiten disfrutar más de todo el encanto de la ciudad, sin sufrir el sofocante calor del verano y la alta ocupación turística de la temporada alta, que convierte a Barcelona en un auténtico hervidero de visitantes.
Barcelona es una ciudad única por su modernidad, su ambiente cosmopolita, su arte, su gente y, por supuesto, su clima. El Mediterráneo le otorga un clima privilegiado, con escasas lluvias durante todo el año y unas temperaturas medias muy agradables que oscilan entre los 10-12 grados en invierno (de diciembre a marzo) a los 25-30 grados que se alcanzan en pleno verano (julio y agosto).
Aunque el clima es agradable todo el año y el visitante puede disfrutar de la ciudad sin temer que haya demasiados días de lluvia durante su estancia, el mejor momento para reservar un hotel en el centro de Barcelona es, sin duda, la primavera.
De abril a junio, la ciudad luce hermosas mañanas que amanecen temprano, sobre las 6.30 h – 7.00 h, y tardes que mantienen el sol hasta más allá de las siete de la tarde. La temperatura es perfecta, permitiendo al viajero pasear tranquilamente por el centro sin agobios y con días cada vez más largos para aprovechar al máximo.
Es perfecto si se reserva un hotel con restaurante en Barcelona, para disfrutar de sus exquisitos platos típicos de primavera. Y, en la maleta, basta llevar ropa ligera y una chaqueta fina para las noches, en las que todavía refresca.
El verano en Barcelona es la época ideal para los amantes del calor y el bullicio. El otoño es perfecto para excursiones y largos paseos y el invierno es la época de disfrutar de la ciudad desde sus bares, tiendas, teatros y museos: acogedor, poco lluvioso y con un punto de frío agradable que invita a conocer esa Barcelona más íntima, de largas noches.