El valor de un hotel siempre estará en la atención y los servicios que ofrezca que, al fin y al cabo, es lo que marca realmente que merezca o no la pena pagar su precio. Sin embargo, las necesidades de los viajeros del siglo XXI son distintas a las de hace un par de décadas. Ya no sirve solo con ofrecer un hotel con miniclub en Mallorca en el que los niños tengan entretenimiento y los padres un gran bufé en el que disfrutar saltándose de la dieta. Los viajeros de hoy en día dan más importancia que nunca a los pequeños detalles como, por ejemplo, la decoración y la propuesta arquitectónica del propio hotel.
De eso vamos a hablar hoy: de cómo han ido cambiando los hoteles en España y en Europa, dejando los resorts típicos de sol y playa para el mercado del Caribe y apostando aquí por el valor añadido en el concepto general de alojamiento.
Servicio, restauración, limpieza y ubicación siguen siendo las principales razones por las que reservamos un hotel, según varias estadísticas desarrolladas por la cadena NH Hoteles entre sus clientes. Pero una vez que esas necesidades básicas de descanso, comida y comodidad están cubiertas, el viajero empieza a destacar aspectos menos sobresalientes a primera vista como pueden ser unas habitaciones de hotel con diseño original, valorando, por ejemplo, que cada estancia sea única y que tenga una temática especial, vinculada al destino o al concepto general del hotel. En esta línea, hay numerosos hoteles en capitales como Sevilla, Madrid o Barcelona que han apostado abiertamente por ello, como es el caso del Petit Palace Barcelona Museum.
Este hotel en el centro de Barcelona ofrece al viajero la posibilidad de dormir en una auténtica casa modernista, un aspecto que enlaza directamente con una de las principales motivaciones de viaje que tiene el destino. Ese valor añadido, sumado a las ventajas que proporciona un hotel 4 estrellas en Barcelona, ha convertido a este establecimiento en toda una referencia, sobre todo entre los viajeros que llegan a la ciudad procedentes de otros países.
Propuestas como ésta o similares se pueden encontrar en otras capitales del país y de la mano de cadenas tan consolidadas como Barceló: el hotel de negocios que tienen en Isla Mágica es un buen botón de muestra. Su arquitectura está inspirada en el Museo Guggenheim de Nueva York y sus espacios interiores están llenos de pequeños detalles que lo han llevado a ser uno de los hoteles de diseño en España más destacados.
Esta fórmula, pero adaptada a hoteles para niños en la Playa de Palma, Playa de Muro, la costa de Ibiza y, en general, toda la zona del Mediterráneo, es la que se puede ver en el cambio que algunos hoteles de la firma Sol de Melià ha desarrollado en el último lustro. Además de sus famosos Hoteles Picapiedra (de los que hemos hablado en otras ocasiones), el proyecto Calvià Beach es el resultado de renovar varios hoteles para familias en Palmanova y Magaluf y convertirlos en un gran complejo de vacaciones en Mallorca de lujo en el que encontrar desde hoteles para surfistas a una réplica del Café del Mar de Ibiza.
Mallorca se mantiene así como plaza central en lo que a innovación hotelera se refiere, siendo un destino en el que ver cómo y hacia dónde avanza la demanda y la oferta del sector turístico español. Servicios exclusivos a precios populares, acercar el lujo a las clases medias y conseguir un incremento del gasto por día que compense el acortamiento de las estancias que se ha notado en los últimos años.
En otros destinos de playa como Canarias, aunque parece avanzar de forma más pausada, también se deja notar esta tendencia en algunos hoteles spa en Tenerife, en ciertos resorts en Lanzarote pensados para familias y en la franja de hoteles 4 estrellas en zonas como Playa de Jandía, Costa Adeje o Corralejo. Este último municipio considerado uno de los destinos de moda para este verano 2014 según los usuarios de Tripadvisor.
Aún así, los hoteles urbanos son los que marcan tendencia en este sentido. Los alojamientos en el centro de Madrid están apostando por el cuidado de su imagen y la oferta de experiencias propias dentro de sus establecimientos como elemento de atracción de nuevos clientes y como arma para competir en un mercado cada vez más concurrido.
Los viajeros de nivel medio alto son el objetivo y a este segmento es casi obligatorio darle una serie de atenciones que, si bien hace un par de años no eran vitales, ahora son realmente imprescindibles.
Si se atiende a las estadísticas anuales sobre turismo en España, se puede observar como el servicio de wifi o conexión a Internet en el hotel es una de las piezas clave a la hora de confirmar la reserva. A pesar de que no sorprende ya a nadie el hecho de que los viajeros demanden una buena conectividad virtual, todavía hay muy pocos hoteles en Madrid con wifi gratis, sobre todo si se compara con otras grandes capitales mundiales como Berlin, Paris, Milan, Londres o Nueva York.
Sin embargo, algunos han sabido ver el filón que este servicio representa y han apostado realmente fuerte por convertirse en hoteles tecnológicos de referencia. Es el caso de varios hoteles en Madrid que ofrecen iPad para disfrutar durante la estancia.
Los detalles y servicios extra que se ofrecen dentro del precio, el típico hotel en Barcelona con desayuno incluido o hotel con regalo de bienvenida para niños, son otro de los elementos más atractivos para los usuarios a la hora de cerrar la reserva. En esta línea, algunos hoteles Solo Adultos ofrecen un bono de acceso al spa o una cena en el hotel con la reserva, otros hoteles para familias incluyen el alojamiento del primer niño gratis (sobre todo en temporada alta y para reservas con cierta antelación).
Aunque todo esto seguramente sea la norma dentro de unos años, hoy en día hace que estos hoteles se archiven bajo el concepto de hoteles diferentes, en los que encontrar ese plus que todos queremos en nuestro viaje de vacaciones o negocios. Elegir es actualmente complicado dado la gran oferta, la clave está en buscar lo que realmente es especial, sin que ello suponga salirse del presupuesto.