Hay mil y una formas de viajar, cada vez más personalizadas, más adaptadas a nuestros gustos y estilos. Pero encontrar el destino y el hotel que nos proporcionen todo lo que buscamos, en general, no es tan sencillo. Para ir sobre seguro, lo mejor es hacer de tripas corazón, ahorrar y apostar por un destino y un hotel de 4 ó 5 estrellas ya que estos alojamientos son los que, actualmente, ofrecen una mayor variedad y calidad de servicios para viajeros diferentes.
Es el caso de la línea de hoteles de lujo de Iberostar que se presenta bajo el nombre de Grand y que cuenta con varios hoteles 5 estrellas en Tenerife, Budapest y América Latina. Bajo el lema de “Resorts creados para su disfrute” han diseñado un conjunto de alojamientos exclusivos a precios ajustados en los que darle a las vacaciones una perspectiva diversa a la habitual.
Grand Hotel Mencey
Un ejemplo pionero es el del Grand Hotel Mencey, un 5 estrellas con spa en Santa Cruz de Tenerife que ofrece, además de alojamiento de alta calidad, una serie de servicios que lo convierten en un lugar que todo aquel que viaje a la isla debería visitar. Una de las primeras razones es, por ejemplo, su plan gastronómico, que ofrece escapadas gourmet más que interesantes: cursos de cocina, talleres especiales, degustaciones, catas… Todo sobre la base del producto local y muy ligado al disfrute gastronómico del destino.
Además, estas ofertas están también pensadas para residentes, de modo que se crea un vínculo y una experiencia entre visitante y locales que en los viajes estándar no suele producirse o no, al menos, de forma tan natural.
Otros hoteles Grand en Tenerife, como es el Hotel El Mirador -un resort Solo Adultos frente a la Playa del Duque-, han centrado su diferencial en elevar al grado de excelencia los servicios de un hotel de playa vacacional en un destino turístico maduro como es Costa Adeje. De este modo, logran generar un nuevo polo de atracción, una ventaja competitiva, un motivo nuevo para captar viajeros y para fidelizar a los huéspedes habituales.
Grand Hotel El Mirador
Los puntos fuertes de hoteles de lujo como éste son las instalaciones, las habitaciones exclusivas, el servicio personalizado, de nuevo la gastronomía gourmet (uno de los elementos preferidos por los huéspedes), las zonas reservadas para Chill Out, cócteles y relax y, por supuesto, la ubicación.
El caso del Grand Hotel Budapest (sí, igual que la película de Wes Anderson) el producto por el que se ha apostado es distinto, más enmarcado en los estándares de hotel urbano de lujo, pero incluso en este caso se ha tratado de reforzar la conexión del alojamiento con el destino, creando espacios para el encuentro y el intercambio de negocios, la mezcla de culturas (su restaurante ofrece cocina y vinos españoles de la más alta calidad y está abierto tanto para huéspedes como para el público local) y el respeto por el arte y esencia de la ciudad.