Cuando se viaja a otro país o a otra ciudad, sumergirse en su cultura culinaria es prácticamente imprescindible si uno quiere conocer, de verdad ese lugar. Paladear sus tradiciones y descubrir sus olores es fundamental para saber cómo todos esos gustos únicos marcan la forma de ser de sus gentes y su imaginario colectivo. Por ello, la visita a sus mercados, tabernas y restaurantes más populares ha de ser una parada obligada dentro de la hoja de ruta de cualquier turista.
En este caso, la propuesta es descubrir la auténtica esencia de Barcelona visitando, al menos, algunos de sus 40 mercados municipales, llenos de color, sabor, olor y deliciosas propuestas gastronómicas propias de esta innovadora ciudad mediterránea.
Hotel Confortel Barcelona
Más allá del famoso Mercado de Sant Josep (nombre que realmente lleva el Mercado de la Boquería), uno puede sorprenderse realmente con los productos típicos de mercado como las carnes, el pescado y las verduras frescas, la moda de diseñadores locales, la artesanía o las actividades culturales que se celebran a diario en estos auténticos puntos de encuentro local.
Todo el que lo desee puede disfrutar de diferentes rutas por los mercados de Barcelona, entre las que destacan especialmente la modernista y la de los mercados históricos. Si te alojas en un hotel en el Eixample de Barcelona, tendrás muy cerca algunos de los mejores mercados más emblemáticos de la ciudad como el Mercado de la Concepción o el ya mencionado y archiconocido de La Boquería. A ellos se suma el Mercado de Santa Caterina, en la Ciutat Vella, muy cerca de la Catedral y que destaca por ser uno de los últimos en remodelarse. En el entorno, también se puede visitar el Mercado de la Barceloneta, cuya arquitectura y materiales lo han convertido en uno de los mayores patrimonios municipales de Barcelona.
Si has reservado hotel en la zona de la plaza de Las Glorias, tendrás a mano el mercado de Encants Vells, una especie de rastro que se celebra al aire libre en el que encontrar muebles, ropa, antigüedades, libros o juguetes. Los lunes, miércoles, viernes y sábados a las 7 de la mañana celebra sus subastas (las únicas de este tipo que se pueden ver en Europa).
Aunque te alojes en un hotel junto a Las Ramblas de Barcelona, merece la pena moverse un poco por otras zonas más allá del casco antiguo y hacer, por ejemplo, una ruta por los mercados modernistas: el Mercado de la Libertad, en Gràcia; el de Galvany y el de Sarrià, en el distrito que le da nombre; el de Sants, en la zona de Montjuïc, y el Mercado de Sant Antoni, en pleno Eixample.
Todos los edificios son hermosos y tienen un alto valor patrimonial e histórico para la ciudad y su sociedad. Algunos reformados, otros excelentemente bien conservados y otros en fase de renovación ofrecen productos de todo tipo y una nutrida programación de talleres y actividades de todo tipo.