Nuestro ritmo de vida habitual y las presiones laborales son dos de los motivos que llevan a muchas personas a poner tierra de por medio en busca de la ansiada desconexión. Una calma temporal que nos ayuda a encontrarnos con nuestro verdadero “yo” y que nos lleva a disfrutar de los pequeños placeres de la vida. ¿Cómo? Con una escapada en la que sólo importa nuestro descanso y nuestro relax.
Lejos de las frenéticas vacaciones de verano en las que hay que lidiar con turistas y con destinos que, en muchos casos, están masificados; optar por un viaje de desconexión en estas primeras semanas del otoño es una opción ganadora y efectiva. La clave reside, como no, en acertar con el destino porque no todo vale (ni muchos menos).
Can Picafort, Mallorca Norte
Opciones como la de Picos de Europa o la ciudades como Burgos (tranquilas por naturaleza) son perfectas para los amantes de los deportes alpinos, del frío y de las charlas eternas con la chimenea como testigo. Eso sí, si el objetivo es desconectar al abrigo de unas temperaturas más amables y un ambiente más marinero y más chic nada mejor que decantarse por lugares como Mallorca.
Aunque la mayoría de visitantes que eligen Mallorca ponen su foco en la zona sureste (en localidades como Paguera, Santa Ponça o Andratx), no hay nada mejor que ir en busca de la tranquilidad a la zona norte de la isla donde localidades como Can Picafort y Alcudia son referencia. ¿Cómo y dónde captar esa esencia tan “take it easy” de la isla?
Disfrutar de la naturaleza
Mallorca es naturaleza en estado puro de ahí que sea una referencia para los amantes del turismo paisajístico. Conocer entornos naturales como el Parc de S´Albufera o disfrutar de playas vírgenes como las de Can Picafort y Muro u otras como la de Son Serra de Marina, son algunos de los planes “naturales” de los que se puede disfrutar.
Sabor y más sabor
Dicen que en esto de desconectar, el paladar tiene mucho que decir. Olvidarnos de golpe y plumazo de ese tupper al que vivimos pegados durante todo el invierno es más que sencillo en un viaje a Mallorca y es que la isla es una joya en lo que a gastronomía se refiere. ¿Una opción ganadora? Disfrutar del mejor pescado fresco de la isla en algunos de los restaurantes que dan forma al Puerto de Alcúdia.
Deportes náuticos y paz
Ya sea practicando Yoga SUP o disfrutando de unas horas de kayak, lo cierto es que nada mejor que el norte de Mallorca para dar portazo al estrés usando el deportes náutico como excusa. Una oferta extensa y divertida de la que se puede disfrutar tanto en Can Picafort como en Puerto de Alcúdia.
Hoteles para huir del estrés en Mallorca
Otra de las claves del éxito a la hora de desconectar por unos días en un destino diferente a nuestro lugar de residencia está en la elección del hotel. Aunque en la isla hay muchas cadenas, nada como optar por la oferta de Ferrer Hotels, una cadena especializada en regalar relax desde el minuto uno. ¿Sus opciones? Disfrutar de los mejores servicios y de un paraje único (como el de playa de Son Bauló) de dos de sus hoteles bandera: el Hotel Ferrer Janeiro y el Hotel Ferrer Concord.