Mallorca, Menorca y toda la costa mediterránea aglutinan algunos de los mejores destinos de verano para las vacaciones con niños: las aguas del Mediterráneo, templadas y siempre en calma, son perfectas para la tranquilidad de los padres y la curiosidad y diversión de los pequeños.
El clima es amable durante todo el verano, con sol prácticamente garantizado cada día, y con vientos suaves. Las playas son poco profundas, la mayoría cuentan con el distintivo de calidad Bandera Azul y ofrecen puestos de vigilancia y cómodos accesos.
Además, se trata de destinos con una larga trayectoria de servicios turísticos completos, con una cuidada atención personal al visitante e instalaciones de seguridad y sanidad preparadas para asistir a los turistas que cada año se acercan a disfrutar del sol en sus costas.
Tanto en el Levante español como en las islas existen parques temáticos, centros de aventura y deportes para niños, museos infantiles y parques acuáticos con los que completar unas vacaciones en familia.
Los hoteles en este tipo de destinos es otra de las ventajas. La oferta es tan amplia que uno puede elegir desde los completos hoteles para familias con todo incluido a hoteles para niños, con servicios exclusivos y tematizados para los pequeños.
La gastronomía suele ser de carácter internacional, ligera y con toques locales que permiten disfrutar de lo mejor del destino sin necesidad de salir a comer fuera del hotel. Una de las opciones más interesantes para viajar con niños es elegir hoteles con menú infantil, con miniclub y con piscinas especiales para los menores, ya que eso permitirá a los adultos disfrutar de sus hijos sin renunciar a pequeños placeres de ocio y descanso personal durante sus vacaciones.
Una de las marcas más emblemáticas en este tipo de hoteles para niños es Sol Hoteles con sus reconocidos y elogiados Hoteles Picapiedra, algunos de los cuales se encuentran en la cuenca mediterránea como el Sol Antillas Barbados (Mallorca), el Sol Falcó All Inclusive (Menorca) y el Sol Pelícanos Ocas (Alicante).