Cuando uno viaja y vive una buena experiencia de alojamiento lo más habitual que es uno vuelva a reservar en ese hotel o apartamento del que tan grato recuerdo se llevó. La fidelización es un hecho en el sector turístico, no solo en cuanto al destino sino -y cada vez más- en cuanto a las cadenas hoteleras. Las grandes firmas lo saben y trabajan en ello ofreciendo, además de un servicio muy cuidado a cada huésped- planes y descuentos especiales para los que repiten.
La clave de esa fidelización está en la primera visita que el viajero hace al hotel. Si en esa toma de contacto inicial las cosas salen bien y la experiencia es satisfactoria, lo más probable es que el cliente vuelva, lo cual no quiere decir que regrese a ese hotel sino a algún otro de la cadena en cualquier otro destino. Para ello, la cadena ha de saber transmitir unos valores muy claros que identifiquen a la marca con la idea de que el huésped sepa que, en cualquiera de los establecimientos de la firma, encontrará todo eso que le ha proporcionado una buena estancia.
En esta línea, muchas cadenas nacionales de tamaño medio han estado haciendo grandes esfuerzos en los últimos años, creando una marca sólida, con productos muy bien definidos pero con un hilo conductor característico y diferencial que les permite a día de hoy desmarcarse y aparecer ante sus clientes como firmas consolidadas con un amplio abanico de propuestas que no se agotan en una sola y única experiencia.
Un ejemplo de este trabajo es, por ejemplo, la cadena hotelera FERGUS Hotels, que ha diseñado productos tan completos como THE FERGUS Resort en Magaluf, reconvirtiendo por completo dos hoteles, uno clásico de familias y otro temático, destinado al público juvenil, en un gran resort de playa de ambiente exclusivo, donde cada espacio es una experiencia. Además de este hotel especial, FERGUS ha impulsado su línea STYLE de hoteles en Mallorca, la costa de Barcelona, Almería, Costa de la Luz e Ibiza creando un circuito completo de destinos y alojamientos diversos en España en los que siempre resalta como punto en común el cuidado de los servicios y la calidad de la atención en espacios modernos orientados al máximo confort.
Esta estrategia de marcas bien afianzadas sobre valores clásicos pero con valores añadidos modernos suele funcionar por sí sola con una buena campaña de marketing, pero si se quiere garantizar el éxito, se hace cada vez más acuciante la necesidad de acompañar todo ese planteamiento con un buen ajuste de precios económicos, descuentos especiales y un refuerzo en la promoción del canal directo como fuente principal de venta.