A la hora de viajar el destino suele ser una de las razones de mayor peso para elegir: ¿hotel en Barcelona, hotel en Bilbao u hotel en Madrid? Pero a respuesta no es siempre tan sencilla, como tampoco lo es la pregunta.
Cada vez con más fuerza, el hotel es parte fundamental de un destino y el viajero busca ese hotel perfecto que le permita disfrutar al máximo de la ciudad, en todo momento, incluso cuando está descansando en su habitación.
Se trata de una filosofía al alza aunque, por el momento, muy pocas cadenas han logrado adaptarla a su marca de una forma integral. Conseguirlo es todo un reto porque, en la mayor parte de los casos consiste en repensar toda la estrategia de negocio y de comunicación.
Aún así, en este nuevo camino hay excepciones que demuestran que la tarea es posible y, no solo eso, sino que aporta buenos resultados. Prueba de ello es la cadena vasca de hoteles High Tech, una de las más avanzadas en España en el desarrollo de esta nueva línea de hoteles-destino.
Con decenas de modernos hoteles en Madrid, High Tech ha hecho de esta filosofía su modelo de negocio apostando directamente por un portfolio de hoteles con historia y encanto que representan un plus para la ciudad en la que se ubican y que, además de alojamiento, aportan servicios innovadores que no suelen encontrarse en otros hoteles, como el Hotel High Tech Madrid Aeropuerto.
En su portfolio se encuentran joyas de la arquitectura como su hotel histórico en Bilbao Petit Arana o su hotel en el centro de Barcelona, junto a La Boquería, el reconocido Petit Palace Ópera Garden. Pero existen muchos más: la cadena cuenta con un Petit Palace Santa Cruz de Sevilla que ofrece todo el encanto de una auténtica casa andaluza, con patio incluido; o un hotel en el centro de Valencia, uno de los mejor ubicados de toda la ciudad del Turia y preparado especialmente para viajes urbanos con toda la familia.
En todos ellos, disfrutar del destino es casi obligado: su estudiada situación y sus servicios pensados para facilitar al viajero el mejor disfrute del destino. Unas claves que parecen ser el secreto de su éxito.